#047 La huella de carbono a nivel doméstico y cómo reducirla
Se estima que desde la década de 1970, las demandas de recursos asociadas con los estilos de vida actuales han excedido la capacidad biológica de la tierra para satisfacer estas demandas. En otras palabras, nuestro desarrollo y contaminación de la naturaleza está más allá del alcance de la restauración natural. Según datos del Banco Mundial, si la población mundial alcanza los 9,6 mil millones estimados para 2050, entonces la Tierra necesitará casi tres planetas para tener los recursos naturales necesarios para mantener el estilo de vida actual de la humanidad.
A medida que se exponen las consecuencias del cambio climático, los gobiernos y las empresas del sector privado han establecido objetivos para reducir las emisiones de carbono, porque las altas concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera aumentan la contaminación del aire, aumentan la posibilidad de lluvia ácida y otras consecuencias.
La industria de la construcción tiene un impacto significativo en este tema porque los materiales y productos pueden causar emisiones de dióxido de carbono cuando se utilizan en actividades como la minería, el transporte, las fábricas y las sustancias químicas. El concepto de "huella de carbono" implica la suma de los efectos de todas las emisiones de gases de efecto invernadero de un material durante todo su ciclo de vida (extracción, fabricación, construcción, uso / mantenimiento y fin de vida / eliminación). La neutralidad de carbono es un método alternativo, que se basa en el cálculo de las emisiones, tratando de evitar las consecuencias del efecto invernadero desequilibrado. Aunque este tema nos parece amplio y casi desconocido, los materiales que elegimos y la forma en que trabajamos con ellos dejan marcas que debemos tener en cuenta.
Para reducir la huella de carbono del proyecto, es necesario tener en cuenta algunos puntos:
- Un buen proyecto puede reducir las emisiones de carbono de los edificios durante su uso. Es importante encontrar una forma de influir en la ocupación y el uso de los edificios y la infraestructura. De hecho, se estima que en términos de consumo de energía, el 20% del impacto ocurre durante las fases de diseño y construcción, mientras que el 80% ocurre durante la fase de operación del edificio. Por lo tanto, considerar el aislamiento adecuado, la iluminación natural y las sombras pueden reducir en gran medida la necesidad de usar más energía en el futuro.
- Comprender los materiales especificados en el proyecto y sus fuentes. Como ya hemos comentado, la extracción, producción y transporte de materiales básicos de construcción consumen mucha energía y carbono. Por ejemplo, en Brasil, la industria del acero representa aproximadamente el 35% de las emisiones de carbono del sector industrial, mientras que la producción de cemento representa aproximadamente el 19%. Los fabricantes ya están buscando formas de mitigar estos efectos. Por ejemplo, algunos materiales naturales tienen muy pocos procesos de producción, pero el villano puede entregarlos al sitio de construcción, como la piedra natural y ciertos tipos de madera. La forma más objetiva de comparar la huella de carbono de un producto / solución es medir su EPD (Declaración Ambiental de Producto), que muestra el impacto ambiental de un material a lo largo de su ciclo de vida.
Durante la fase de construcción, es importante considerar el impacto de la maquinaria pesada, el transporte de materiales y la generación de residuos, y la adecuada disposición de los residuos.
Además, también pueden incluirse aspectos específicos en la vivienda que permitan reducir su contaminación durante su vida útil. En este aspecto destacan dos puntos:
- Sistemas de energía renovable: Es cierto que, en la actualidad, cada vez nos centramos más en construir viviendas que consuman lo menos posible. Sin embargo, instalar sistemas como placas solares para que ese “poco” consumo sea de origen renovable nos llevará a aumentar la sostenibilidad de nuestra construcción.
- Sistemas domóticos: Otro de los aspectos que aumenta la eficiencia energética de una vivienda son los sistemas inteligentes. Por ello, muchas viviendas ya cuentan con sistemas domótico incorporados que se controlan mediante una conexión a Internet.
Vale la pena señalar que ha jugado un papel de liderazgo en el proceso de cambio y la industria de la construcción está trabajando arduamente para resolver este problema. Se han desarrollado rápidamente nuevos materiales y soluciones, y ya hay algunos buenos ejemplos de diseño arquitectónico e incluso diseño urbano que pueden resolver el concepto de neutralidad de carbono. El comunicado emitido por la UIA garantiza: “Las zonas urbanas suponen más del 70% del consumo energético y las emisiones de CO2 del mundo, principalmente a través de sus edificios. En las próximas dos décadas, la construcción y reconstrucción prevista de la zona supondrá alrededor del 60% del mundo.
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